Mes de la mujer
Funcionarias de Salud de Cerro Navia cuentan las dificultades de los múltiples roles de la mujer
Seis funcionarias de distintas áreas entregaron sus testimonios, donde manifestaron lo complejo de combinar trabajo y familia. Además, de la importancia del rol de la mujer que evidenció la pandemia.
En estos tiempos difíciles, como el que muchos están viviendo por la pandemia, dejó al descubierto que las mujeres cumplen varios roles en un mismo tiempo e, incluso, en un mismo espacio.
La organización de las ollas comunes, el teletrabajo con niños, las exigencias laborales sumadas a las del hogar, son algunas de las responsabilidades con las que distintas mujeres debieron vivir este año en que la vida cambió para todos y todas.
Por eso, en relación al mes donde se conmemora el Día Internacional de la Mujer, seis funcionarias de distintas áreas de la salud de la comuna de Cerro Navia contaron cómo han vivido la pandemia, el rol de la mujer en la sociedad y algunas de sus proyecciones.
Pamela Cerda es nutricionista y desde 1997 trabaja en la comuna, actualmente es la encargada de la bodega de alimentos del Centro de Salud Familiar Dr. Steeger. Asegura que ser profesional y buscar el éxito laboral es complejo cuando se tiene hijos; “Mi hijo ahora tiene 19 años, y cuando él nació todavía no existía el postnatal de casi 6 meses”. Pamela comenta, con voz serena, que una de las situaciones que más la acomplejaba era dejar a su hijo tan pequeño, y buscar quién se hiciera cargo de él.
Al ser consultada sobre cómo ve a la mujer instalada en la sociedad, dice que “todavía falta que se incorpore más en los cargos directivos de las instituciones. Considero que aún hay mucho sesgo masculino en las decisiones que se toman en las instituciones en general y en la política”.
Según datos de ONU Mujeres, hasta el 2018 ellas constituían el 45% de la fuerza de trabajo de la Administración pública, pero ocupaban apenas el 34% de los cargos decisorios. En América Latina y el Caribe sólo el 42% ocupa cargos gerenciales en la administración pública.
Por su parte Lidia Pérez, quien hace 10 años es la secretaria de la dirección del CESFAM Dr. Albertz, dice que la mujer ha tomado un rol de empoderamiento; “Nos hemos hecho validar en todas las áreas. Somos valientes y valiosas”. Para ella, una de las virtudes de las mujeres es la capacidad de cumplir varios roles; “Siento que de a poco se está reconociendo esa labor, y más aún en los espacios profesionales”.
Las mujeres ganan entre un 27% y un 31% menos que sus pares varones en cargos de similares características, según indicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2020.
“Si en mi tiempo se hubieran desarrollado masivamente las manifestaciones femeninas, claro que habría asistido. Habría estado en primera línea”, confesó Edith Rojas, analista del Departamento de Administración y Finanzas de la Cormucena. La funcionaria lleva 27 años en la Corporación, y al igual que Lidia, manifiesta que complementar trabajo y familia ha sido lo más complicado; “Uno nunca deja de ser mamá. Creo que he tenido la suerte de que todos los jefes con los que he trabajado son comprensivos con eso”.
“Hace 30 años era difícil ser mamá y tener un trabajo demandante, pero mi padre me inculcó que no debía depender de otra persona. A mi hija le reitero lo mismo, y que lo fundamental es que debe estudiar”, dice con orgullo Edith.
El Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, detectó que en promedio las mujeres dedican 17,8 horas semanales a cocinar, lavar la ropa y hacer aseo; mientras los hombres destinan 8,2 horas. Antes de la crisis sanitaria las cifras estaban en 16,4 versus 6,5 horas promedio respectivamente.
Isabel Valladares se desempeña como auxiliar de aseo en el Cesfam Cerro Navia. En los casi 9 años que lleva trabajando en la comuna dice, entre risas, que no se aburre de sus labores; “Lo paso bien con mis compañeras y compañeros de trabajo”. Desde los seis años ha tenido que trabajar para mantenerse y colaborar en su familia. A pesar de tener una vida de sacrificios, Isabel asegura que «me encanta mi trabajo, lo encuentro ameno”. Ad portas de jubilarse, dice no estar cansada, solo busca un cambio en su rutina, porque no piensa en dejar de trabajar.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indica que la tasa de ocupación de las mujeres entre 55 y 64 es de un 47,7% y de 65 años y más alcanza un 12,9%
La jefa administrativa del Cesfam Lo amor, Isabel Aránguiz, está en el cargo hace 12 años, pero en la comuna trabaja hace 25 años o más, considera que la mujer ha sido la más afectada con la situación de la pandemia, sobre todo por la cesantía; “En muchos casos son las mujeres las que están a cargo del sustento de sus familias”. Para ella históricamente la mujer ha sido excluida de la vida pública, y ahora siente que son “protagonistas e impulsoras del cambio, un cambio por la igualdad de género”.
La Cepal indica que la tasa de participación laboral de las mujeres se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres en 69% (en 2019 alcanzaron un 52% y un 73,6%, respectivamente).
Maritza Salazar está a cargo del Centro de Adolescente del Cosam, dice que, a pesar de tener un buen compañero que va a la par con ella en las responsabilidades de la casa y sus hijos, las mujeres “siempre sacarán a flote ese instinto protector, de organización (…) a veces igual somos las primeras en levantarse y las últimas en dormir”. La trabajadora social, que lleva 16 años desempeñándose en la comuna, confiesa que se siente orgullosa de ver a las mujeres con un discurso de empoderamiento. Además, con voz emocionada, recuerda la manifestación del Día Internacional de la Mujer que se celebró en 2018; “Siento que ese fue un gran paso, ver materializado nuestro objetivo de querer cambiar las cosas”.
Para ella llegó el momento en el que “hay menos temor, con menos miedo de pedir ayuda y de exigir ser escuchada”. Además, espera que en 5 o 10 años más no haya una relación asimétrica en relación al género masculino.
Todas concuerdan que la pandemia es un factor que dificulta la estabilidad emocional y la realidad en los hogares se hace más compleja. “El proceso de la pandemia es difícil, la carga emocional se siente y repercute al llegar al hogar. Inevitablemente debemos seguir, sacando algo de fuerza, con las labores de la casa”, dijo Lidia Pérez.
“Creo que rearmar la vida de una manera distinta es difícil para todos. La pandemia reflejó el múltiple rol la mujer históricamente, lo que considero es una fortaleza. Esto nos vino a demostrar que las mujeres tenemos la capacidad de hacerle frente a las situaciones complejas”, dijo Maritza Salazar.
En la encuesta de empleo realizada en julio 2020, el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que incluyó preguntas sobre las responsabilidades familiares y de cuidado en el hogar detalló que la destrucción del empleo ha impactado más a las mujeres, que han perdido 28% de los empleos en los últimos 12 meses versus el 23% de los hombres.