Equipo Búsqueda Activa

Funcionarios de Búsqueda Activa de Covid-19 cuentan su experiencia trabajando en medio de la pandemia

Aseguran que los adultos mayores son quienes se toman más veces el examen PCR como forma de prevención. En cambio, los jóvenes sólo cuando sienten que están en riesgo de contagio.

Una reunión para definir los puntos de la comuna donde tomarán los exámenes PCR da inicio a la jornada del equipo de Búsqueda Activa de Covid-19 (BAC). Luego de ello, los profesionales clínicos y administrativos se alistan para preparar sus grandes cajas de plástico que contienen las muestras del examen, los que en unos días más indicarán qué vecinos y vecinas de Cerro Navia están contagiados de coronavirus.

“La recepción de la gente es bastante buena. Diría que un 80% de la población agradece nuestra gestión. Mientras que el 20% rechaza el servicio que realizamos, ya que considera que el virus no es real”, dijo Estefanie Muñoz, TENS del grupo Búsqueda Activa.

El día promete ser agitado. Corren y cargan los vehículos para llegar a tiempo hasta sus destinos, donde, además de tomar exámenes, también responden las consultas sobre autocuidado para evitar el contagio del virus que provocó la emergencia sanitaria. 

“Cuesta que la gente entienda los cuidados de prevención y efectos del virus. A veces llegan personas que piensa que por tomarse una vez el PCR quedan inmunes o están sanos de cualquier cosa y eso no es así”, dijo Manuel Saavedra, enfermero de BAC. 

La primera semana de enero un grupo de BAC visitó un conjunto de departamentos, donde se realizó una fiesta para Año Nuevo, allí se detectaron 40 personas positivas al virus. “Con el objetivo de evitar este tipo de situaciones siempre estamos educando a la gente. Buscamos concientizar de que realmente las fiestas son un peligro”, enfatizó Yessenia Rebolledo, quien realiza labores administrativas en el equipo de testeo.

Tanto Manuel, Estefanie y Yessenia padecieron de coronavirus, si bien en tiempos y contextos distintos, todos llegan a la misma conclusión. Quieren basarse en sus experiencias para educar y crear conciencia de que el virus es real y puede afectar a las personas de diversas formas, incluso, provocando la muerte.

“Cuando a uno le falta el aire y se empieza a desesperar y con todos los medicamentos que te dan y aun así te sigues ahogando, es muy desesperante”, relató Manuel.

Por su parte Yessenia agregó que “cuando tenemos que llamar a las personas que son positivas sabemos que realmente lo están pasando mal. Nosotros sabemos la incomodidad de los síntomas. Además, lo notamos porque muchas de las personas ni siquiera pueden hablar de lo agitadas que están”

Según el balance que hacen los funcionarios quienes más se testean son los adultos mayores. “Para ellos es primordial el cuidado, son los que siguen al pie de la letra las recomendaciones. En todos los puntos de testeo la población adulta es la que más consulta”, aseguró Manuel.

Mientras, aseguran, que los jóvenes sólo se acercan a los puntos de atención cuando sienten síntomas o tras asistir a alguna reunión social se enteran de un caso positivo en el lugar.

Todos concluyen que para tener un óptimo resultado en la toma de muestras el trabajo en equipo es primordial. Para algunos el trabajo de los funcionarios administrativos puede pasar desapercibido, pero “son ellos quienes ingresan los datos al sistema Epivigila, ellos hacen el seguimiento de los casos positivos. Si ellos fallan, es porque fallamos todos”, dijo Manuel. 

Los trabajadores administrativos toman los datos de los vecinos y vecinas en las salidas a terreno, para luego ingresarlos a la plataforma dispuesta por el Ministerio de Salud. Además, hacen seguimiento de los casos positivos durante las casi dos semanas que dura la cuarentena obligatoria. “Debemos llamar diariamente a los pacientes y hacerles una serie de preguntas. Si están con complicaciones de los síntomas gestionamos algún tipo de atención médica”, contó Yessenia.  

Agregó que semanas atrás llamó a la hija de una paciente adulta mayor para hacerle seguimiento. “En ese momento la mujer me indica que hace tres días su madre había fallecido producto del virus. Luego me contó que su padre había muerto por la misma causa una semana antes. Fue desgarrador”.

A pesar de lo duro que es el día a día y los riesgos de contagio que implica la gestión, Yessenia, Manuel y Estefanie afirman que no se arrepienten de estar en el equipo.

“Hay ocasiones en que pensamos que el trabajo vale cero, pero cambia cuando las vecinas y vecinos se nos acercan para agradecer o, incluso, buscar información. De esa forma muestran interés por cuidarse y nos hacen seguir con nuestro trabajo”, concluyó Estefanie.

 Aseguran que los adultos mayores son quienes se toman más veces el examen PCR como forma de prevención. En cambio, los jóvenes sólo cuando sienten que están en riesgo de contagio.